"Caminabas lentamente con la pirada perdida, viendo todo y nada a la vez, mientras las hojas caían de los árboles y el viento soplaba causándote un leve estremecimiento. Recién en aquel momento te diste cuenta de lo tarde que se había hecho -al ver aquel tono anaranjado en el cielo y al sentir el frío propio de la época-. No recordabas bien cuanto habías estado caminando sin un rumbo fijo... tal vez dos, tres o cuatro hora... no estabas segura.
.
En algún minuto te detuviste, ya que no podías más; no habías querido derrumbarte en toda aquella tarde, y menos frente a él, pero sentías que no podrías aguantar mucho más. Entonces te permitiste caer... te apoyaste sutilmente contra el árbol y aferraste con tus brazos tus piernas, comenzando a sollozar en silencio, siendo tus únicos testigos, aquel vacío parque y la luna que comenzaba a asomarse. Y sin embargo, sabías que solo tú eras la culpable de tu sufrimiento, de que todo hubiese terminado y de que para él ya no fueses nadie... porque solo tú eras la culpable con tus caprichos constantes y aquella inmadurez inusual a tu edad. Pero sobre todo eras la culpable de tus mentiras, hipocresía y egoísmo... y ya nada podías hacer, sabías que lo amabas, pero te habías dado cuenta demasiado tarde..."
Y aquí nuevamente con otra entrada (esto me sorprende mucho, nunca había escrito tantas veces seguidas). Bueno, siempre he pensado que en el amor siempre hay egoísmo, creo que en una relación es donde se cometen más errores, conciente e inconcientemente. No sé muy bien porque se me ocurrió lo que escribí, solo recuerdo que nuevamente se me ocurrió en la micro, no salió totlamente como lo había pensado en un comienzo, de hecho me salió mucho más largo. Me gustó, no totalmente, pero si lo suficiente. En fin, solo tenía ganas de escribir... escribir y escribir... (creo que mañana también subiré entrada).
Miki